Martha es una madre que habita en un barrio de Estelí. No hay día que no se arrodille a la orilla de su cama para pedir según su fe una sola cosa: que su hijo de 17 años, se aparte de las adicciones. Así ha pasado el último año.
“Temo un día de estos perderlo para siempre”, se lamenta. Martha contó para este reporte que los problemas con el adolescente comenzaron el año…