La mañana de este domingo 19 de febrero, sacerdotes excarcelados políticos, entre ellos el Padre Benito Martínez Gamboa, asistieron a una misa en la Iglesia Corpus Christi de Miami Dade, EE. UU., que se realizó en petición de la libertad de Monseñor Rolando Álvarez, obispo que se mantiene detenido en Nicaragua.
A la actividad religiosa asistieron distintos excarcelados políticos desterrados de Nicaragua y a quienes también el gobierno de Daniel Ortega les arrebató la nacionalidad nicaragüense.
En esta misa también estuvo presente el Padre Benito Martínez Gamboa, quien compartió su experiencia como prisionero político del régimen Ortega-Murillo.
El padre Benito Martínez Gamboa describió lo que vivió como un “calvario”, sin embargo, confía en que su paso por las celdas del la Dirección de Auxilio Judicial Evaristo Vásquez, mejor conocidas como El Chipote “no fue algo accidental” sino que “Dios lo tenía en sus planes”.
“No pasamos de balde, era una misión que Dios nos había encomendado”, dijo el religioso.
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No les permitieron bendecir a otros reos
Aunque si bien, el Padre Martínez no menciona el sufrir agresiones por parte de los custodios de el Chipote, sí señala que no les permitían dar la bendición a los excarcelados políticos que los reconocían.
“(Cuando) nos sacaban de la celda para tomar un poquito de sol, pasábamos por el galerón y veíamos a los demás dábamos la bendición a cada uno de ellos, pero nos bajaban la mano los policías, para no dar la bendición”, menciona.
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Asimismo, el Padre Benito Martínez Gamboa señala que al regresar a sus celdas, los oficiales de policía los obligaban a ir con la cabeza hacia abajo para evitar la bendición de los otros reos.
“¡Qué cosa más impresionante! Los presos ahí, de rodillas algunos de ellos, el los barrotes de la celda, rezando, pidiendo la bendición. Fue una misión. Dios nos encomendó eso”, señaló.
