Un exagente policial que habla para este reporte bajo anonimato por razones de seguridad, confiesa que este año cumplía seis de haber ingresado a esa institución atraído por el lema de servir a su comunidad, pero que le frustró
verse enfrentado a gente que él conocía y a quienes les ordenaron disparar durante las manifestaciones del 2018.
“Ese lema de honor, seguridad y servicio, son solo como palabras vacías ahora”, dice. “El lema ahora es viva el comandante y la compañera, patria libre o morir, te adoctrinan, te dicen que son como dioses, los máximos líderes ¿Qué es eso?”, se pregunta. Confiesa su decepción. “No entré a la policía para reprimir a un pueblo, era para servirle a la gente”, explica.
El exuniformado lamenta que hace cuatro años, durante las rebelión cívica contra el régimen de Daniel Ortega, él y muchos de sus compañeros hayan tenido que golpear, herir y hasta matar en el peor de los casos a ciudadanos leoneses. “Eran órdenes y bueno, uno recibe castigo si no cumplís”, aseguró.
“Nos mantenían reconcentrados, sólo nos permitían ir a la casa ´entrada por salida´ para cambiarnos de ropa y asearnos. Recuerdo que había semanas que nuestra familia no sabía nada de nosotros porque cumplíamos turno hasta de 48 horas, ellos los jefes decían: cuidado se duermen en sus laureles porque los van a matar los golpistas”, relata.
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“Armas contra golpistas”, les decían
El exoficial contó que los superiores les decían que eran órdenes de arriba, arrebatarles la ciudad “a los golpistas a como fuera”. “Nos señalaban las armas y nos decían; para eso les dieron esto. A mi no me parecía, porque entendía que el arma es para proteger a la gente contra los delincuentes”, comentó.
Relató que después de destruir los tranques y barricadas cumplían con las órdenes de ir contra los opositores. “Había que ir a cazarlos y llevarlos a como fuera, desbaratarles las casas en el allanamiento, era aterrar a las familias. Esas fueron las órdenes”, acusó. “Por eso también decidí irme, ya ni dormir podía”, confió.
Este exoficial pidió su baja policial a mediados del año pasado. Pero no fue una salida fácil; antes, sus compañeros le llamaron “cobarde y traidor a la patria”. Creyó que iría a prisión por tomar su decisión. “Hay un lavado de cerebro ahí, una adoctrinamiento partidario feroz y una formación para la represión horrible. Ya no son policías esos”, se lamenta.
Carga de trabajo porque no hay agentes
Esta deformación de la institución, que por cierto fue sancionada, por violar los derechos humanos de los nicaraguenses, ha tenido como consecuencia la deserción masiva de agentes desde 2022. Muchos de ellos, dejaron el uniforme para migrar a Estados Unidos.
“Solo en occidente, se estima que al menos 150 agentes desertaron, incluyéndome”, dice otro exoficial desde el exilio, pero que pide hablar bajo identidad reservada para evitar represalias contra su familia. Reveló que solo en el mes de diciembre, unos 35 policías chinandeganos dejaron el uniforme y huyeron. “Ha sido cada vez más frecuente”, confirma por su lado un policía activo.
Que hay menos policías se ha notado más este año. Hay poca presencia policial en las calles, tanto en los departamentos de León como de Chinandega, ello pese a que la ciudadanía, ha demandado más patrullajes debido a un aumento inusual de asaltos armados.
Por ejemplo, en Chinandega, unos ciudadanos denunciaron que hace dos semanas se solicitó la presencia policial para tratar un asunto de litigio en una propiedad, pero el comisionado General Douglas Juárez, manifestó que “estaban escasos de policías”. Esto a pesar de que recientemente, inauguraron una estación policial vecina a dos asentamientos de alta peligrosidad en este municipio.
“Se trata de un problema que incrementó con la migración masiva de nicaragüenses, y el desencanto en las filas policiales porque van como sin rumbo y se cometen muchas injusticias”, confía una oficial.
Hace pocos meses, varios jóvenes que egresaron de la Academia Walter Mendoza, y que fueron incorporados como policías de línea a una de las delegaciones en occidente, se quejaron porque les dijeron que había que hacer turno de más de 18 horas y que recibirán un salario de 7 mil córdobas. “Eso es muy poco, casi no ayuda a suplir las necesidades de la casa”, se quejaron.
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“Es extenuante ser policía con el salario que se tiene, además hay estrés entre todos por el trato que recibimos de los jefes que se aprovechan de la situación actual, de su cargo y poder. Pensé que la situación era diferente”, se lamentó un oficial que anunció que pronto se iría, si “las cosas no cambian”.
Desprestigiados
Un abogado de occidente dice que lamentablemente la carrera policial está desprestigiada en Nicaragua. “Es notoria la escasez de agentes en las calles porque es una fuerza que está desgastada, porque semana a semana, están en constante movilización atendiendo actividades partidarias como la celebrada la mañana del martes por el aniversario de la muerte de Sandino. Han descuidado los verdaderos problemas que deben atender como la seguridad ciudadana”, criticó.
Carlos, es un joven que cursa el quinto año del bachillerato en un colegio público de León. Mostró preocupación por la falta de presencia policial en las afueras del colegio, el que asegura, es visitado por expendedores de drogas y grupos conflictivos.
“Quienes más vienen son policías de tránsito en motocicleta durante la hora pico para regular el tráfico, ya sea en la entrada o salida de clase, pero el resto del tiempo, ni se asoman a ver el tema de los vendedores de drogas. Eso preocupa por la seguridad de todos”, reclamó.
Campaña de reclutamiento
En los grupos de redes sociales de comunicadores oficialistas, se difunde la nueva convocatoria de la Academia policial Walter Mendoza para el proceso de reclutamiento, selección e ingreso en 2023 de jóvenes nicaragüenses entre las edades de 18 y 25 años de edad, que quieran hacer carrera policial.
Don Manuel que siempre recoge a su hijo por un instituto de esta ciudad, dice que “no le pasa por la mente que su hijo sea policía”. “Es una institución desprestigiada, corrupta, a como están las cosas ahí no hay futuro. Tal vez en otro tiempo, pero ahora eso no sirve”, criticó.