El gobierno de Nicaragua anunció la liberación de mil reos comunes este próximo 31 de marzo, según Rosario Murillo, con esta acción les proporcionarán una “nueva oportunidad de vida”.
Murillo añadió que esta acción forma parte de lo que describió como su “política cotidiana de respeto a los derechos humanos”, situación que es completamente opuesta en el panorama nicaragüense.
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Un ejemplo claro es la situación de Monseñor Rolando José Álvarez, de quien no se han tenido noticias desde hace más de un mes, cuando la dictadura de Nicaragua desterró a más de 200 presos políticos. En su momento, Daniel Ortega dijo que el religioso se negó a abandonar el país y que por esta razón no fue liberado.
Sin embargo, ninguno de los presos políticos excarcelados confirman verlo en El Chipote, o en alguno de los buses que utilizaron para trasladarlos hacia el aeropuerto.
Organismos de derechos humanos se pronuncian sobre la situación
Por su parte, la abogada y defensora de derechos humanos Wendy Flores del Colectivo de Derechos Humanos Nunca Más, explicó a Primer Orden que estas medidas que toma la dictadura de Daniel Ortega para liberar a estas personas son unilaterales, y no se han consensuado con otros poderes del Estado, y mucho menos con la población.
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“Esta es una política que ellos han venido implementando sin ningún escrutinio de la sociedad civil, a la que han aplastado y cancelado, precisamente para evitar ser revisados en la toma de decisiones. También ha sido una política que no se ha sometido a una revisión del Poder Judicial (…) sin considerar que estas personas pasaron por la revisión de análisis de procesos judiciales debido a la afectación hacia víctimas de delitos”, señala.
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En contrario a lo expresado por Murillo, Flores señala que esta es una demostración de que en Nicaragua no hay garantías ni respeto a los derechos humanos, ya que hasta el momento, tras el destierro de más de 300 nicaragüenses, aún quedan en las cárceles de país más de 30 presos políticos.
“Es una clara demostración de poder de parte del Ejecutivo, que solamente afecta a las víctimas de nuestro país, que también piden justicia de esta falta de voluntad política para resolver los problemas de derechos humanos a los que se enfrenta nuestra Nicaragua que mantiene presos políticos dentro del país”, expresó.
Más reos comunes a las calles
Desde el 2018, la dictadura de Daniel Ortega ha liberado a más de veinte mil presos comunes, entre los que se incluyen fanáticos y seguidores sandinistas.
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Sin embargo, esta sería la segunda liberación masiva de reos comunes tan solo en el mes de marzo, pues el pasado 8 de marzo dejó en libertad a 230 presas comunes con el objetivo de conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
