El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, ofició una homilía en la que hace un llamado a soñar con una patria justa y sin opresores. Sin embargo, gran parte del documento se centra en la persecución que la Iglesia Católica ha sufrido en Nicaragua en los últimos años.
“Soñemos con una patria en la que no haya opresores y oprimidos, en donde se respete la dignidad y los derechos de todos, en donde sepamos renunciar a intereses particulares para compartir nuestros bienes e intereses en paz y justicia y en donde disentir del poder no sea un delito”, mencionó el religioso.
Monseñor Silvio Báez denuncia que la Iglesia sigue siendo calumniada, perseguida y ultrajada por ser fiel a la misión que ha recibido de Jesús, por ser testigo de la verdad de Dios y denunciar la mentira y la injusticia y por defender a las víctimas y la dignidad de las personas.
Según el obispo, esta persecución no es nueva en Nicaragua: “La historia de Nicaragua en estos últimos cinco años tampoco se comprende sin la presencia y la misión de la Iglesia”.
La represión del gobierno de Nicaragua a la iglesia católica en el 2023
La iglesia católica de Nicaragua ha sido uno de los principales blancos de la represión del gobierno de Daniel Ortega, que busca perpetuarse en el poder tras unas elecciones fraudulentas en noviembre de 2022.
El caso más emblemático es el del obispo Rolando Álvarez, quien fue detenido y se encuentra condenado y encerrado en la cárcel La Modelo, Tipitapa, por rehusarse a abandonar Nicaragua cuando Daniel Ortega desterró a más de dos centenas de presos políticos. Álvarez era una voz crítica y valiente que denunciaba las violaciones a los derechos humanos y las libertades civiles por parte del régimen.
Pero no ha sido el único. Según diversas fuentes, al menos 10 sacerdotes han sido arrestados, 18 monjas han sido expulsadas del país y varias iglesias han sido asediadas y atacadas por las fuerzas de seguridad y los grupos afines al gobierno.
Monseñor Silvio Báez llama a buscar soluciones pacíficas y dialogadas
La persecución contra la iglesia católica se ha intensificado en el 2023, especialmente durante la semana santa, cuando se impusieron restricciones para impedir las celebraciones religiosas y se hostigó a los feligreses que intentaban participar en las procesiones y los actos litúrgicos.
¿Qué busca Ortega con esta represión?
Según algunos analistas, el objetivo del gobierno sandinista es silenciar a la única institución que ha escapado a su control y que ha mantenido una posición firme y coherente en defensa de la democracia y la justicia en Nicaragua. La iglesia católica ha sido también un actor clave en los intentos de diálogo y mediación entre el gobierno y la oposición, así como un refugio y un apoyo para las víctimas de la violencia estatal.
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Ante esta situación, muchos nicaragüenses se preguntan por qué el papa Francisco no ha condenado con más fuerza la represión contra la iglesia católica en su país. Aunque el pontífice ha expresado su cercanía y solidaridad con el pueblo nicaragüense en algunas ocasiones, no ha hecho una declaración pública ni ha tomado medidas concretas para defender a los obispos y sacerdotes perseguidos por Ortega.
