En el boletín epidemiológico más reciente publicado por el Ministerio de Salud (Minsa), que corresponde a la semana 21, con fecha del 21 al 30 de mayo, se expresa que durante ese periodo se reportaron 41,956 casos sospechosos y 737 confirmados de dengue en Nicaragua. Mientras que en la misma semana del año pasado se registraron 15,555 casos sospechosos y 188 confirmados.
Según el informe esto corresponde al 292% de incremento con respecto al año anterior.
Entre 2021 y 2023 las cifras del dengue en Nicaragua han aumentado de forma sustancial. En 2021 se reportaron en todo el año más de 36,000 casos sospechosos y 513 confirmados, mientras que en el 2022, de forma general los casos sospechosos fueron 97,086 y 4,478 confirmados.
“El dengue comienza en la casa”
Para el epidemiólogo Leonel Argüello, el dengue es una enfermedad que muchas veces se puede prevenir desde las casas de habitación, ya que con la aplicación de medidas necesarias, la población puede protegerse.
Así se la ingeniaron los nicas a raíz de la pandemia de la Covid-19
Lo primero y más importante que destaca Argüello es aprender a distinguir el mosquito del dengue.
“Los mosquitos que transmiten el dengue están en nuestra casa y los podemos identificar fácilmente porque sus patas son negras con manchas blancas, y la parte del pecho también tiene manchas blancas”, señala.
Argüello señaló que la mejor temporada para tomar medidas contra el dengue es durante el verano, pues en esta temporada disminuye su población y es más fácil controlarlo, mientras que en invierno, con la cantidad de lluvias, se hace más complicado. El médico especialista también recomendó utilizar mosquiteros y repelentes para prevenir la picadura del mosquito.
Los síntomas del dengue pueden variar, pero los más comunes incluyen fiebre alta repentina, dolores de cabeza intensos, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y articular, así como erupciones cutáneas. Otros signos pueden ser náuseas, vómitos y sangrado leve, como manchas rojas en la piel o sangrado de las encías.
En casos más graves, el dengue puede evolucionar hacia una forma potencialmente mortal llamada dengue grave o fiebre hemorrágica del dengue. Los síntomas adicionales pueden incluir sangrado grave, dificultad respiratoria, órganos comprometidos y disminución de la presión arterial.