Dos congresistas norteamericanos pidieron el viernes a la dictadura de Daniel Ortega, que de pruebas de vida del obispo Rolando Álvarez, encarcelado hace más de un año.
Los congresistas estadounidense Chris Smith, presidente del subcomité de derechos humanos globales de la cámara de representantes norteamericana; y Tom Lantos, pidieron a la dictadura de Daniel Ortega mostrar al obispo matagalpino.
“Dado que no ha habido pruebas fehacientes del estado de salud del obispo, ni siquiera de que esté vivo, hago un llamado al presidente Ortega para que proporcione pruebas a la comunidad internacional de que el obispo Álvarez sigue vivo”, dijo Lantos.
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Smith, además, solicitó autorización para que un comité de la Cruz Roja Internacional ingresara a Nicaragua para “realizar un diagnóstico fidedigno de la situación real de salud”, dijo.
Primer Orden consultó con la defensora de derechos humanos y abogada, Martha Patricia Molina, quien señaló que la petición de los congresistas se basa en la reputación de “criminal y despiadada” que tiene la dictadura de Daniel Ortega a nivel mundial. Molina señala que la principal razón de los congresistas de exigir una prueba de vida es porque “saben que el obispo no está bien”.
“El mundo ya está enterado de lo criminal y despiadado que es el régimen Ortega-Murillo. También están claros que en las cárceles de Nicaragua se practican más de 40 mecanismos de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes y el obispo de Matagalpa no está exento de eso tratos porque la dictadura siente odio visceral hacia él por la simple razón que no logró apagar su voz profética”, mencionó Molina.
Respaldo a los presos políticos al congreso
Los congresistas, que se refirieron a Álvarez como un siervo De Dios “valiente y compasivo”, mencionaron estar interesados en la seguridad y bienestar del religioso, así como de otros sacerdotes y presos políticos en Nicaragua, pues según él “son una de las principales preocupaciones del Congreso de Estados Unidos”.
Molina considera que el respaldo del congreso norteamericano a los diferentes presos políticos de Nicaragua merece seguimiento, pero que también en las familias de algunas personas aún hay miedos por represalias y por eso guardan silencio.
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“El problema está en aquellos que sus familiares no han denunciado que están secuestrados porque aún creen que con el silencio resolverán más. Pero ya ha quedado más que evidenciado que el silencio solo fortalece a la dictadura y que no la limita en la intensidad del daño causado”, dijo.
Monseñor Rolando Álvarez cumplirá este 19 de agosto un año desde que la dictadura de Daniel Ortega lo encarceló, debido a su posición crítica encontrar de su gobierno. Al religioso lo remitieron a las celdas de la cárcel Jorge Navarro, conocida como “La Modelo”, por negarse a sufrir el destierro junto a otros 222 presos políticos a principios del año.
Asimismo, el pasado mes de febrero, Monseñor Álvarez fue condenado a más de 26 años de prisión por el supuesto delito de traición a la patria.
