La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de su sistema judicial, acusó a la Universidad Centroamericana (UCA) de terrorismo y pretende incautar todos sus bienes materiales y económicos.
Según fuentes extraoficiales, la justicia sandinista giró el martes 15 de agosto un oficio en el que acusa a la UCA y a sus directivos de terrorismo. En días anteriores el régimen tomó acciones en contra de esta alma mater al inmovilizar sus propiedades y congelar todas sus cuentas bancarias.
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Luego del congelamiento de sus cuentas bancarias, el martes 15 de agosto la UCA envió una circular informando que iniciarían a procesar los pagos, pero que se harían de forma más lenta. “Lamentamos los inconvenientes, pues en este momento no nos es posible tramitar pagos de manera masiva”, dijeron.
UCA aun no se pronuncia
Con respecto a la confiscación el centro de educación superior todavía no se pronuncia al respecto. Según fuentes de la universidad “hasta el momento todo esta normal en la UCA”.
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No obstante, fuentes cercanas a la UCA mencionaron que, que pese a no existir un pronunciamiento, algunos de los directivos y religiosos del alma mater jesuita salieron de inmediato de Nicaragua para evitar represalias en sus contras.
Con la Universidad Centroamericana, la dictadura de Daniel Ortega consumaría un total de 26 universidades confiscadas desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018. La mayoría de las justificaciones a los cierres de estos centros de estudio superior son: lavado de dinero, “falseas información”. No reportar estados financieros y no inscribirse como agentes extranjeros.
