Las expectativas de hallar supervivientes son cada vez menores cuatro días después del seísmo que ha dejado ya 2.900 muertos y 5.500 heridos en Marruecos, según el último balance oficial. Nuevas imágenes de satélite revelan las destructivas consecuencias del terremoto, que, con una magnitud de 7 grados, azotó varias provincias del sur del país y se cebó con los pueblos de las montañas del Atlas, donde abundan las construcciones de adobe.
Las imágenes fueron captadas el 9 de septiembre, un día después del seísmo, por Pléiades Neo, la constelación de satélites de observación de la tierra de la empresa Airbus, que se movilizó sobre la ciudad de Marrakech y localidades cercanas como Amizmiz y Tizguine.
Varios edificios se derrumbaron en la aldea de Tafeghaghte, cerca del epicentro del terremoto, como muestran las imágenes captadas por Pléiades Neo. Aquí, la catástrofe ha dejado más de 150 muertos, según contaron fuentes locales a elDiario.es.
Al norte de Tafeghaghte, las casas antiguas están destruidas en su mayoría, mientras que las más nuevas no se han derrumbado pero pueden tener grietas.
Al sur de la aldea, mientras tanto, solo los edificios recientes han resistido los daños.
Las imágenes de satélite también muestran desprendimientos en la carretera entre Tafeghaghte y la localidad de Amizmiz, a unos 57 kilómetros al sur de Marrakech y una de las zonas afectadas por el seísmo.
Situado en las faldas del Atlas, en el pueblo de Amizmiz, cercano al epicentro del terremoto, es uno de los que han estado en el centro de la tragedia. Allí la destrucción es evidente y los muertos se cuentan por decenas. En la localidad, donde vivían 15.000 habitantes en 2014 (último censo), una treintena de casas están totalmente destruidas, según informó la agencia EFE.
En esta localidad, las imágenes muestran que la destrucción es más significativa en el centro, donde los edificios son más antiguos.
El Diario.Es