Pocas horas antes del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, dos jóvenes en lugares diferentes de país se quitaron la vida, lo que para especialistas, debe ser una alerta para el sistema de salud pública de Nicaragua.
Cada 10 de septiembre, la Organización Mundial de la Salud, OMS, saluda el fomento en todo el mundo, de compromisos y medidas prácticas para la prevención del suicidio con el fin de luchar contra el flagelo que es considerado un problema de salud pública. Según el organismo, cada 40 segundos, se apaga una vida en el mundo, por esa causa.
“Los dolores emocionales, es el trastorno más concurrente y menos visibles en la población joven de Nicaragua y son las causas del suicidio”, dice un psicólogo local, que critica la falta de estrategia y politicas estatales para contrarrestar el problema en el país.
“Aquí los suicidios solo se registran, de sumarlo a la estadísticas no pasamos”, señala. Asegura que el tema, es más complicado de lo que se cree y recomienda no ignorarlo. “En los últimos meses, vemos como se pierden las vidas de muchos jóvenes, es una situación muy triste”, comenta la especialista que solicita anotar sus aportes bajo anonimato para evitar la persecución del régimen.
Amargos finales
Recientemente, tres jóvenes decidieron quitarse la vida, asediados por la depresión y la creencia de que sus problemas no tenían solución. Dos de ellos eran originarios de la zona norte y uno del occidente del país. Los dos últimos casos, cobran relevancia por haber ocurrido horas antes del día de la prevención del flagelo.
Una de las víctimas era una joven de 17 años, originaria del municipio del Sauce, departamento de León. Familiares dijeron que intentaron salvarla, los médicos se esforzaron, pero no fue posible. Se conoció que la jovencita cursaba la universidad y soñaba con ser médico. Estaba deprimida y se cree que eso la llevó a tomar la fatal decisión. Ingirió un veneno que destruyó todo su sistema digestivo.
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Otras de las muertes reportadas como suicidio, es la de un joven DJ, originario de Estelí. Reportes de medios de comunicación locales, indicaron que Alexander Ortega, de aproximadamente 30 años, enfrentaba problemas de depresión. Su cuerpo fue encontrado sin vida la tarde de este jueves en su casa, en el barrio “14 de abril” del Diamante de Las Segovias.
Según el dictamen del forense, el joven murió como consecuencia de asfixia mecánica, por ahorcamiento. La familia contó muy poco sobre las circunstancias que rodearon su muerte.
En esa misma zona del país, también se reportó la muerte del adolescente Fernando Pastrán, al quitarse la vida de la misma manera. Extraoficialmente, se dijo que minutos antes del suceso, el joven había estado hablando por teléfono con su novia. Pastrán de 16 años, era originario de Monzonte, Nueva Segovia.
Atentos a señales
Para el especialista en salud pública, Elías López, el suicidio es “una conducta autodestructiva causada por varios comportamientos patológicos”. “En Nicaragua, las personas que se suicidan son pacientes que han estado sufriendo en silencio y de alguna manera, manifestaron síntomas de dolor o idea de muerte”, explicó.
“La importancia de hablar de este tema, que para muchos todavía es un tabú, es identificar cuáles pueden ser las señales de alerta y saber cómo actuar ante la depresión y pensamientos suicidas de las personas para poder orientarla y a sus familiares, a la búsqueda de ayuda profesional para prevenir un desenlace fatal”, recomendó López.
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El especialista también dijo que los medios de comunicación deben abordar el tema más allá de contarlo como sucesos que ocurren. “Es un tema sensible, para comenzar hay que hacer un buen tratamiento para no causar más heridas de las que hay, lo otro, es que se debe educar, transmitirle a la gente que hay formas de evitarlo en la familia”, compartió.
“Se requieren personas con actitudes que identifiquen los signos de los diferentes cuadros depresivos, escuchando y atendiendo el dolor y pena que viven otros”, explicó.
En aumento
Según el especialista, en el primer semestre de 2023, ha habido un incremento significativo de las peticiones de ayuda. Señalan que en su caso, ha atendido a unos 90 jóvenes con ideas suicidas, por asuntos de presión laboral, crisis económica, deudas, separación amorosa y desintegración del hogar por la migración en el contexto político actual que vive el país.
De acuerdo a un último informe publicado el 7 de septiembre de este año, el Ministerio de Salud (Minsa), ha brindado atención en salud supuestamente a unos 2, 624,726 jóvenes a través de la Campaña Nacional “Juventud Divino Tesoro”, sin embargo, en la lista de 11 servicios médicos brindados, no se menciona la asistencia en salud psicosocial, siendo esta una de las principales necesidades de ese grupo.
Los jóvenes sufren en silencio depresión y ansiedad como consecuencia de la crisis actual que vive el país, y que se agudiza por la migración forzada, la desintegración de la familia y la falta de oportunidades a una buena educación, plaza laboral, entre otras.
En el IX Congreso Internacional de Salud Mental del pasado 8 de septiembre en la ciudad de Managua, el Sistema Local de Atención Integral en Salud Silais, abordó el tema con especialistas en psicología, psiquiatría y pacientes de los 19 centros que atienden esos males. Admitieron que falta personal y medios para brindar asistencia médica óptima a quienes los necesitan.
La necesaria salud mental
En los últimos 45 años, la tasa de suicidios ha aumentado en un 60 por ciento a nivel del mundo. Se cuenta como una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años de edad, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24; por delante incluso de los accidentes de tráfico y la violencia interpersonal.
Estas cifras no incluyen las tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes de los casos de suicidio consumado, revela un estudio realizado por un centro psicosocial con presencia en Sur América. El suicidio es un mal que afecta principalmente a las personas en la pubertad y adolescencia con cuadros de depresión y ansiedad. En el 2022, se reportaron al menos 20 muertes por esta causa en el occidente del país, siendo la región que más reportó casos en ese año.
Si su familiar o amigo expresa ideas suicidas o manifiesta señales de esa posibilidad, lo primero que se necesita es mostrar apoyo, escuchar, transmitir aceptación y validación de las emociones que se nos están confiando, generar una atmósfera o clima de confianza y buscar ayuda profesional.