Desde que la dictadura de Daniel Ortega anunció que en el recinto donde funcionaba la Universidad Centroamericana (UCA), se instalaría la Universidad Nacional Casimiro Sotelo, error tras error se pone en evidencia que las directrices académicas no están a la altura de poner a funcionar de forma acelerada y casi improvisada una nueva universidad.
Primer Orden conversó con el ex rector de la, también confiscada, Universidad Paulo Freire, Adrián Meza, quien destacó los tres principales errores académicos que se cometieron hasta el momento en esta universidad.
Modificar definición de misión de la UCA
Priorizar lo político por encima de lo académico, como es el caso de la confiscación de la UCA, es uno de los errores principales que la dictadura de Daniel Ortega cometió en este proceso, porque no se puede garantizar que la visión que tenían las autoridades anteriores se mantenga en vigor.
“Modificar de primas a primeras la definición misional de la UCA, priorizando lo político y dejando de un lado lo técnico y lo académico es un grave error porque todos los procesos, incluso los diseños curriculares, están de cara a otra dimensión concebida por los jesuitas en función de la universidad”, señala Meza.
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El rector de la Universidad Casimiro Sotelo dijo en una entrevista a medios oficialistas que ellos “tienen que responder al gobierno”, sin embargo, Meza sentencia que “ellos tienen que responder a los requerimientos del país”.
Esto trae como consecuencia perder los valores de la que se pueden enfocar en valores puramente visionados en los intereses de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Derrotar la misión de una institución educativa y forzar la marcha de los procesos para adecuarla a ese nuevo perfil va a tener consecuencias técnicas y pedagógicas”, afirmó Meza.
Subestimar los procesos de la UCA
Para el académico, exigir a los funcionarios encargados de la universidad una trasferencia de datos, registros y bienes, apresurada, es otro de los errores fundamentales que se cometieron en este proceso hasta el momento.
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“Exigir una transferencia acelerada de los procesos de normalización y procesos ordinarios de funcionamientos de la UCA, eso es un grave error, porque aunque está apremiada por razones políticas, no respeta las velocidades y los ritmos de la traslación pedagógica y técnica. Ahora el régimen les exige resultados que no van a poder cumplir”, mencionó.
Perder el bagaje científico y pedagógico
Con el cambio de universidad también se esperan cambios en los docentes “por simples razones de elegibilidad” para que se apeguen a las nuevas directrices sandinistas. Pero “esto va a impactar a corto, mediano y largo plazo, en la calidad de la actividad académica de la universidad”, señala Meza.
Para el académico, para la dictadura de Daniel Ortega, la calidad de los servicios de educación que brinda no es una de sus preocupaciones.
“Va a haber un desmérito de los servicios académicos fundamentados esencialmente en esta conceptualización política que tienen que ver con: ´¿para qué sirve una institución pública en Nicaragua?´. Según el régimen debe tributar hacia los intereses del gobierno, pero según los académicos debe tributar hacia los intereses del país”, expresó.
Afectaciones hacia los alumnos
La dictadura de Daniel Ortega está afectando de distintas formas a los ex estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA). Una de las tantas maneras es retrasando el inicio de clases de quienes optaron por matricularse en la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro, inaugurada de forma acelerada en el mismo recinto donde funcionaba la UCA.
Esta es la tercera vez que la Universidad Casimiro Sotelo retrasa el inicio de clases en los estudiantes, y para Adrián Meza, esto constituye una afectación severa para los alumnos de las diferentes carreras.
“Los alumnos están en riesgo de perder el ciclo académico que va de septiembre a diciembre, estamos hablando de cuatro meses. Si no se aperturan las clases y la continuidad, eso ya representa una interrupción inapropiada del ciclo académico normal, y todo como consecuencia de la decisión política que se adoptó”, mencionó.
De acuerdo con una entrevista brindada por Alejandro Genes, rector de la Universidad Casimiro Sotelo, esto se debe a “investigaciones” que están realizando dentro del nuevo alma mater. Meza señaló que esto puede poner en peligro a los alumnos que tenían registros en la UCA y que pueden ser identificados como opositores al régimen de Daniel Ortega, y posteriormente ser perseguidos.