El obispo auxiliar de Managua exiliado en Estados Unidos, Monseñor Silvio Báez, ofició una homilía este domingo 8 de octubre, en la que envió un mensaje al pueblo nicaragüense a esperar la justicia divida De Dios, contra los “malos viñadores”.
El mensaje del religioso se basa en la parábola bíblica de el propietario de una viña que, mientras se fue de viaje, contrató personas para que la cuidaran, pero cuando quiso reclamar la cosecha, los trabajadores se apropiaron de la viña y golpeaban y mataban a quienes enviaban reclamarla.
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Para monseñor Báez, esta parábola tiene un mensaje importante, que es el de no dejar que el corazón se llene de los dos venenos mortales para el ser humano: “el afán de poseer y el deseo de poder. De humildes viñadores se convirtieron en voraces ladrones y sanguinarios criminales”.
Los dos venenos
Durante su homilía, Monseñor Silvio Báez mencionó que el primer veneno es el afán de poseer, que se encarga en una actitud negativa de una ambición “desenfrenada de poseer y tener siempre más”. El obispo señaló que en la vida existen personas que “No ponen límite a su voracidad, hasta el punto de que llegan a apoderarse de los bienes que pertenecen a otro. Cuando la ambición, la codicia sin límites y la avidez se apoderan de nuestro corazón, nos volvemos egoístas, insensibles, duros, capaces de usar hasta la violencia con tal de conservar y aumentar los propios bienes. La ambición es un veneno para la vida humana y para la convivencia”, dijo.
Este mensaje de Monseñor Báez se puede vincular con las confiscaciones que ejecuta el régimen de Daniel Ortega en contra de sus opositores, y además de expropiar a las personas de sus bienes, los destierra o expulsa del país, mediante sus mecanismos de poder, o amenazas.
Por otro lado está la ambición de poder. “Cuando en la sociedad el deseo enfermizo de poder se apodera de las personas las puede convertir en auténticos tiranos, que no dudan en convertir en ley sus oscuros y desquiciados deseos a través de regímenes de terror asentados en la agresividad y la violencia”, expresó Monseñor.
Esperar la justicia divina
En su mensaje, el obispo relató que en un pasaje de la parábola, Jesús le preguntó a los dirigentes “qué debería hacer el dueño de la viña con aquellos labradores, a lo que ellos responden diciendo que “dará una muerte miserable a aquellos malvados”. El religioso afirma que el mensaje De Dios es no perder la esperanza porque “la viña del señor no quedará infecunda ni fracasará”.
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“No faltarán buenos viñadores que en lugar de devastar, cuiden con ternura; que en lugar de hacerse servir, sirvan a los demás; que, en lugar de expulsar al Hijo, crean en él y lo escuchen. No lo dudemos”, dijo, animando al pueblo nicaragüense que tiempos mejores vendrán.