El régimen sandinista de Daniel Ortega ha manifestado su apoyo constante a la causa palestina y ha expresado su preocupación por la intensificación del conflicto entre Israel y Palestina, calificándolo de extremadamente grave. Mientras tanto, en Nicaragua, los opositores han expresado su solidaridad con el pueblo de Israel y han condenado los ataques que han cobrado vidas civiles.
En un comunicado titulado “Poner fin a la tragedia y el sufrimiento”, la dictadura sandinista ha condenado firmemente el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Palestina, que ha causado sufrimiento a muchas familias inocentes y ha empeorado una situación ya bastante tensa en la región y a nivel global.
Listen to “Monseñor Silvio Báez: “la viña del señor no fracasará”” on Spreaker.El ataque llevado a cabo por Hamás y otras milicias palestinas extremistas contra Israel en las primeras horas de este sábado ha provocado una condena generalizada en América, encabezada por Estados Unidos, el principal aliado de Israel. Nicaragua, por su parte, no se ha unido a esta condena, mientras que se ha instado al diálogo para evitar una peligrosa escalada de la violencia en Oriente Medio.
En su comunicado, Ortega y Murillo expresaron un fuerte rechazo hacia la trágica y continua escalada de violencia, lamentando la falta de acción y comprensión por parte de la comunidad internacional, en especial de las Naciones Unidas.
“Cada víctima, cada familia afectada por la muerte y la destrucción, la pérdida de sus medios de subsistencia, así como la erosión de su cultura y sus lugares de adoración; la indigna ocupación de sus territorios y las familias que han sufrido violencia, son afrentas a la conciencia global y a la humanidad”, subrayaron.
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El régimen sandinista, que reiteró su apoyo inquebrantable a la causa palestina y su solidaridad, argumentó que al condenar la brutalidad que se ha desatado entre dos pueblos hermanos, basándose en sus propias experiencias de guerras impuestas, instan al mundo a la reflexión.
El inesperado ataque perpetrado por el grupo islamista radical Hamás desde la Franja de Gaza contra Israel y la posterior respuesta militar del Gobierno de Benjamín Netanyahu, que ha declarado un “estado de guerra”, ha dejado un saldo provisional de más de 500 fallecidos, con más de 300 en Israel y al menos 232 en territorio palestino.
