La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha lanzado una voz de alarma con su informe “Cierre del espacio cívico en Nicaragua”, revelando una preocupante tendencia hacia la restricción de expresión y participación democrática en el país.
En el informe, Nicaragua es señalada como uno de los casos más graves en la región. La CIDH documenta un marcado aumento de restricciones estatales a los derechos humanos en los últimos cinco años, con persecución y criminalización de defensores, líderes sociales, estudiantes y opositores al gobierno.Desde abril de 2018, se observa una escalada de ataques contra periodistas independientes y medios de comunicación que investigan y denuncian irregularidades gubernamentales.
Escucha”Dictadura firma más acuerdos con China” en Spreaker.El espacio cívico se describe como cerrado, sin condiciones para la participación libre de la sociedad civil, prevaleciendo una política de represión y persecución contra opositores al Gobierno de Daniel Ortega.
En cuanto a las organizaciones canceladas, el informe destaca que el 32% estaba vinculado al desarrollo, el 16% a multas gremiales, el 11% a organizaciones religiosas y el 10% a la defensa de los derechos humanos.
Más del 50% de las organizaciones afectadas operaban fuera de la capital, indicando un intento estatal de monopolizar la asistencia social y controlar la cooperación internacional. La CIDH alerta que esto podría sumir a las comunidades en condiciones de pobreza y exclusión, bajo un gobierno sin contrapeso.
En cuanto a las entidades extranjeras afectadas, la mayoría proviene de Estados Unidos (146) y España (39), seguidas por Italia (23), Costa Rica (15) y Alemania (13).La educación también se ve afectada, con más de 37 mil estudiantes universitarios directamente perjudicados por el cierre de al menos 26 instituciones educativas.
En el ámbito de la libertad de expresión, la CIDH concluye que en Nicaragua no hay garantías para ejercer este derecho ni condiciones para la participación cívica efectiva.
El informe denuncia el cierre del espacio cívico y democrático en Nicaragua, incluyendo restricciones a la libertad religiosa, criminalización de líderes religiosos, cierre de medios y represalias contra la Iglesia católica.
Finalmente, la CIDH hace recomendaciones urgentes al Estado de Nicaragua, instando a cesar actos de represión y persecución, liberar a detenidos arbitrariamente y poner fin a la persecución contra la Iglesia católica, buscando restaurar los derechos y libertades fundamentales en el país.
