Después de múltiples intentos, las autoridades al servicio de la dictadura sandinista de la Casimiro Sotelo, que surgió a raíz de la confiscación de las instalaciones de la Universidad Centroamericana (UCA), anunciaron oficialmente el inicio del proceso de matrículas para estudiantes de reingreso y nuevos ingresos.
La universidad robada solicita un certificado de conducta o récord policial para los estudiantes de nuevo ingreso, un requisito inusual que no se ha implementado en otras instituciones educativas confiscadas por el régimen. Además de la tradicional copia de cédula, diploma de bachilleres y certificados de notas, se suma este nuevo requerimiento.
Lea: Álvarez cumple años por segunda ocasión tras las rejas
Listen to “A un mes del fallido retorno a clases en “La Casimiro Sotelo”” on Spreaker.En una conferencia de prensa dirigida a medios oficialistas, el rector designado, Alejandro Genet Cruz, ex decano de la UNAN-Managua, comunica que la universidad cuenta con 2,400 cupos en las carreras ofrecidas, las cuales son las mismas que anteriormente tenía la UCA.
En cuanto a la distribución de turnos, Genet Cruz señala que se mantendrán los turnos matutino y vespertino, lo que sugiere la posible eliminación del turno sabatino. Y en un acto habitual en las universidades bajo la administración del régimen, el rector estuvo acompañado por miembros de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN).
Visitan colegios
Previamente al inicio de las matrículas, la Casimiro Sotelo llevaron a cabo visitas a colegios públicos en todo el país para informar sobre la oferta académica. Esto, según indicaron, en respuesta a la resistencia por parte de estudiantes de la confiscada UCA para continuar sus estudios en esta nueva institución.
Además de dar inicio al proceso de matrículas para el año lectivo, que se extenderá hasta el 15 de enero de 2024; la Casimiro Sotelo anunció que los estudiantes también podrán realizar otros trámites administrativos, como la solicitud de certificados de notas y el trámite de títulos, los cuales llevarán el nombre de esta nueva universidad. La situación sigue generando controversias y cuestionamientos en el ámbito educativo nicaragüense debido al cierre de los espacios de libertad académica y expresión en Nicaragua.
