En este 2023 en Chinandega resonó la noticia de nuevas unidades de buses que Nicaragua compró a Rusia. Resultó una buena noticia para la población chinandegana, sobre todo para los sectores que se movilizaban en obsoletos minibuses que recorren barrios y repartos del municipio. Ahora la ciudad contará con 77 nuevas unidades..
“El cambio era necesario porque estaban mal los buses viejos. Una vez me subí a una ruta donde su tanque de combustible era una pichinga plástica, el conductor llevaba la pichinga adelante y una manguera alimentaba el motor. Eso a mi me dio horror, pero por la necesidad uno ni decía nada”, relató Albertina Navas, ciudadana chinandegana.
Esta usuaria ahora se traslada en uno de los 77 buses rusos, aunque también aborda las rutas antiguas que aún no fueron cambiadas. “Por lo menos tenemos más espacio y ya no va tan llena como antes. Lo que nunca va cambiar es el maltrato a nosotros los usuarios, aunque andemos en buses enchapados en oro”, criticó la mujer.
En el municipio de Chinandega, las nuevas unidades trasladan a los usuarios de 35 barrios y comunidades rurales como Ranchería y Mocorón. Además, recorren los mercados del municipio: “Mayoreo El Bisne”, “Mercado Central” y el mercadito de Santa Ana.
Capacitaron a conductores, dicen
El precio del pasaje en la ciudad se mantiene en seis córdobas. El representante de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte (Urecootraco) en Chinandega, Roberto Avelares, aseguró que cada uno de los conductores, fueron capacitados para tratar con respeto y amabilidad a los pasajeros, pero aún hay usuarios que se quejan del mal servicio.
Las unidades en Chinandega llegaron en efecto a solventar la necesidad de unidades nuevas, pero las calles estrechas y el desorden de la ciudad, se agrava por el tamaño de los buses rusos y por la gran cantidad de vehículos que ya circulan por la ciudad.
El parqueo vehicular del municipio de Chinandega sobrepasa los más de 42 mil vehículos, mientras en las calles los atascos son situaciones diarias.
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“Este tipo de bus para la capital es perfecto pero aquí en Chinandega, el espacio es reducido. Solo aquí en el mercado El Bisne, los conductores de buses se las ingenian para no atropellar gente y para no arrastrar las canastas de las mercaderas”, indica una usuaria.
La circulación es engorrosa en los alrededores del barrio “El Calvario”, las inmediaciones de la panadería Morelia y de la popular Esquina de Los Bancos, en todos esos lugares los buses se atascan, detalla la usuaria.
El atasco vehicular y en particular de los buses, es evidente después de las cinco de la tarde cuando acuden a las gasolineras para abastecerse de combustible. Las gasolineras resultan pequeñas atendiendo a “los mastodontes” urbanos.
Unidades costosas
Un transportista que pidió se mantuviera en anonimato su nombre, comparte que en ocasiones le preocupa la poca afluencia de pasajeros en la nueva unidad de bus, sobre todo, porque diariamente debe garantizar $23 dólares por los siguientes 6 años para pagar la unidad a la cooperativa.
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“Es que la misma ciudad a veces está lenta y hay días de mucho movimiento y luego pues solo llevamos a cinco personas. Por ejemplo, el tiempo de las vacaciones escolares y de trabajadores ahorita en diciembre, eso resta usuarios en un día”, comenta el obrero del volante.
El transportista comenta que a diario hace entre 8 y 10 vueltas en su ruta. Para operar requiere entre C$1,400 y C$1,600 córdobas en combustibles, el salario de su ayudante y el ingreso que llevará a su hogar.
A estos costos operativos añade las reparaciones que ya debió hacer a la unidad nueva. “Este bus acaba de salir del taller mecánico porque tenía problemas con la caja de cambios”, explicó. El conductor de bus añade que “algunos buses han dado sus problemas, no todos. Supe de otra ruta que tenía problemas con el motor. Por dicha los repuestos se encuentran con facilidad”, dijo aliviado.
Se critica mucho a los trabajadores del transporte, pero nadie dice nada de los usuarios que dañan las unidades, señala el cobrador de una ruta nueva. Asegura que desean conservar las unidades lo más presentable posible.
“Aquí el pleito es todos los días para que no quiebren, ni rayen los asientos. Una chavalita allí iba arrancando el empaque de las ventanas. El problema es que después las ventanas no van a cerrar bien”, denunció el joven ayudante.