En el contexto de los ataques a la iglesia catolica por parte del regimen sandinista, la expulsión de dos obispos, tres seminaristas y 15 sacerdotes nicaragüenses hacia Roma, no “fue fácil”, según reveló el canciller del Vaticano, el arzobispo Paul Gallaghe, en una rueda de prensa conmemorativa de los 200 años del fallecimiento del cardenal Ercole Consalvi, ícono de la diplomacia vaticana.
Gallagher admitió que gestionar la liberación de los 19 sacerdotes en estos “tiempos borrascosos” no fue una tarea sencilla. “Es claro que negociar cosas como la salida de estos sacerdotes de Nicaragua no fue fácil”, remarcó.
Escucha”Chofer y dueño de autobús que se accidentó en la Dalia a juicio el 4 de marzo” en Spreaker.Los religiosos ahora residen como huéspedes en la Santa Sede, entre ellos, el obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años por traición a la patria en febrero de 2023. Siguiendo en la lista, el obispo Isidoro Mora, detenido en diciembre pasado en medio de una ola de arrestos a religiosos católicos.
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En el grupo de 15 sacerdotes, diez pertenecen a la Arquidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, dirigida por el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes. Los desterrados el pasado 14 de enero incluyen a Pablo Villafranca, Carlos Avilés, Héctor Treminio y Silvio Fonseca, ocupantes de roles claves en la Arquidiócesis de Managua y el Instituto Juan Pablo II.
Asimismo, se suman a la lista de liberados los sacerdotes Miguel Mántica, Raúl Zamora, Ismael Serrano, Mykel Monterrey, Gerardo José Rodríguez y Jhader Hernández, todos pertenecientes a la Arquidiócesis de Managua. Otros cinco sacerdotes fueron excarcelados, provenientes de diversas diócesis de Matagalpa, León y Chinandega, así como Jinotega.
En el último año, un total de 37 sacerdotes han sido liberados y trasladados fuera de Nicaragua, marcando un periodo de significativa transformación en la estructura eclesiástica del país.
