Esta semana individuos vinculados a la dictadura sandinista profanaron la capilla Nuestro Señor de Esquipulas, perteneciente a la Parroquia Cristo Resucitado en el Distrito Seis de Managua, ubicada en el barrio Camilo Chamorro, denunció la investigadora Martha Patricia Molina en sus redes sociales.
Según la denuncia, los individuos dañaron verjas y el sagrario, sustrayendo además hostias consagradas y parlantes de una bodega. Esta seria la segunda vez que la capilla sufre una profanación.
Escucha”Cápsula – Samantha Jirón: La resiliencia en el destierro” en Spreaker.La primera vez fue en 2018, aunque en esa ocasión solo se llevaron parlantes sin dañar utensilios sagrados. A pesar de otras profanaciones en diferentes parroquias, los sacerdotes temen denunciar debido a la constante vigilancia de la policía sandinista, que los mantiene bajo observación las 24 horas del día, asegura Molina.
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La Iglesia Católica en Nicaragua enfrenta una cruda realidad de persecución, encarcelamiento y exilio, una historia que se extiende por décadas y se ha intensificado en los últimos años bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La dictadura nicaragüense ha expulsado religiosas, clausurado medios de comunicación católicos, tomado posesión de instituciones y edificios eclesiásticos, confiscado fondos destinados a las obras de la Iglesia, y enviado al exilio o a prisión a sacerdotes y obispos.
