El defensor de Derechos Humanos, Alexandro Álvarez Alarcón, excoordinador del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua, MESENI, que documentó las violaciones a los derechos humanos en el país para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, llamó a los nicaragüenses a no dejar de documentar los abusos del régimen.
El abogado chileno recordó que los informes no pierden vigencia, no se olvidan, aunque los represores como Daniel Ortega y Rosario Murillo, quieran hacerlo creer en Nicaragua. También explicó que documentar y denunciar es clave y que no deben desanimarse, que llegará la oportunidad para la justicia.
“A veces se olvida la relevancia de las organizaciones locales en la defensa de los derechos humanos y hacia las organizaciones de la sociedad civil internacionales, a las organizaciones internacionales. Todas las cifras de Naciones Unidas (ONU) de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de todos los distintos grupos que ha establecido el Sistema Universal del Sistema Interamericano para Nicaragua, todas esas cifras vienen de defensores y defensoras de derechos humanos locales”, explicó Álvarez.
“No habría informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de Nicaragua, del grupo de expertos independientes internacionales, sin el trabajo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y sin el trabajo de otras organizaciones de la sociedad civil como el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y como otras iniciativas que la propia sociedad civil nicaragüense articuló”, agregó el defensor de Derechos Humanos al momento de recibir un reconocimiento por parte de la CPDH en Miami, Estados Unidos.
“Tarde o temprano habrá transición”
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, elevó a 355 los nicaragüenses asesinados en Nicaragua durante la represión policial y parapolicial a las protestas ciudadanas que sacudieron al país centroamericano en el año 2018.
“No sería posible el trabajo de las organizaciones internacionales sin la defensa que hacen muchas organizaciones dentro del país”, reiteró el funcionario internacional, quien estuvo al frente del MESENI entre los meses de octubre de 2019 y julio de 2021, tiempo en el que su equipo de trabajo, recepcionó decenas de las denuncias de organismos defensores de derechos humanos locales que el régimen aniquiló después.
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Álvarez Alarcón, también explicó la importancia de documentar las violaciones a los Derechos Humanos “frente a la barbarie” del régimen de Ortega y Murillo. “Es de suma importancia para el proceso de transición democrática en Nicaragua”, señaló.
“Lo que ocurre es que el sufrimiento a veces produce desesperanza, pero eso ha ocurrido otras veces en nuestro continente, la acción internacional y la lucha de la sociedad civil produce efectos y a veces no son todos los que uno quisiera, pero la historia nos muestra que tarde o temprano va a haber un proceso transicional y siempre, lo repito, es importante estar preparados, tener las evidencias para ese proceso transicional”, expresó Álvarez Alarcón.
“La transición se va a producir y va a ser el resultado de la lucha de la sociedad nicaragüense”, agregó el defensor de derechos humanos.
Además de los más de 300 asesinatos por los que debe responder, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, mantienen a más de 110 presos políticos en distintas cárceles del país, cientos de exiliados y más de 316 nicaragüenses despojados ilegalmente de su nacionalidad, a quienes también confiscó sus propiedades.
En marzo de este año, el Grupo de Expertos sobre Derechos Humanos en Nicaragua (GHREN), de las Naciones Unidas y que investigó lo ocurrido en 2018, concluyó que Ortega y Murillo, son responsables de cometer crímenes de lesa humanidad contra ciudadanos que exigen su salida del poder al que se ha aferrado con el uso de las armas por 16 años continuos.