En áreas de cultivo que antes fueron propiedad de la Universidad Católica Agropecuaria del Trópico Seco, UCATSE de Estelí, confiscada por el régimen de Daniel Ortega a la iglesia Católica, hoy se siembra hojas de tabaco de las nuevas empresas de supuesto capital cubano-nicaragüense que se han establecidos en el norte del país desde mediados del año pasado.
Miembros de esta industria que tienen 15, 30 y hasta 40 años ven con preocupación la rápida expansión de esta empresas, al menos 13, muchas de ellas establecidas en la región norte de Las Segovias, desplazando a Estelí que antes del año pasado, tenía la fama de ser la localidad de contar con las mayores extensiones de cultivos de hoja de tabaco. Tras varias reuniones a mediados del año pasado, los empresarios tradicionales, alertaron sobre la llegada de los inversionistas y expresaron temor por posibles confiscaciones y lo que llamaron “competencia con ventajas”.
Los nuevos empresarios han levantado edificaciones y galerones para la elaboración de puros de exportación. Muchas de sus empresas, cuentan con infraestructuras de forrajes rústicos de tablas de costaneras (madera de ocote) de pino, similares a la forma en que las construían antiguamente cuando comenzó en los años 60 la industria del tabaco en el municipio de Estelí, Condega y Jalapa.
Sobre el uso de las tierras de la confiscada universidad Católica, se conoció primero que el régimen ordenó renombrar el Alma Mater como Universidad Nacional “Francisco Luis Espinoza”, UNFLE. Tras la confiscación en 2022, el régimen ordenó también desmembrar varias manzanas de las tierras que antes eran utilizadas por los universitarios para sus prácticas en el campo y ahora aparecen con cultivos privados del tabaco de estas nuevas empresas. “Casi toda la zona llamada San Ramón, donde funcionaba la facultad de Medicina de la Ucatse, ahora es ocupada por esa gente”, dice un lugareño del departamento.
“Tiendas aparte”
En Estelí, los primeros empresarios que empujaron el sector productivo del tabaco, eran cubanos exiliados que vivían en Estados Unidos y vinieron al país a invertir en el rubro hace más de 40 años. Algunas de ellas fueron La Padrón, Tabacos Cubanica o Padrón Cigars, Tabacalera Tambor de Nicaragua S.A, Joya de Nicaragua, Perdomo Cigars S.A y Puros de Estelí S.A, Pensa, entre otras. En noviembre del año pasado, algunos empresarios tradicionales del rubro, dijeron estar preocupados por los nuevos inversores, debido a que conocieron que llegaron “apadrinados” por operadores del régimen de Daniel Ortega.
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Manejan que son funcionarios del monopolio estatal Cubatabaco y que se han reunido con alcaldes de los municipios de Estelí, Condega, Palacagüina, Yalagüina, Somoto y Jalapa, para contar con todo tipo de facilidades en la instalación de los negocios. “Esto solo crea competencia desleal”, dice un empresario de las antiguas tabacaleras.
Las nuevas empresas del tabaco, en su gran mayoría ya emplean trabajadores llegados de las zonas de la Costa Caribe y de otras localidades donde tienen sus fincas de siembra de la hoja de tabaco ubicadas en los municipios de Estelí, Condega, Palacagüina, Yalagüina y Somoto. En esos municipios, también funcionan pequeñas fábricas con modestas infraestructuras que van creciendo poco a poco.
La bonanza es tal que algunas de las nuevas empresas hasta cuentan con recorrido de personal para trasladar a sus jornaleros de campo y trabajadores de las fábricas. “Aquí viene gente (trabajadores) que sale desde las 5:00 de la mañana en esos buses y hasta camiones de los poblados y comunidades del municipio de Telpaneca, Palacagüina, y Somoto, (en el departamento) de Madriz, también de Condega y Pueblo Nuevo, Estelí”, contó Armando Valdelomar Montes, un vendedor de comida rápida que se ubica en las afueras de una de estas empresas ubicada en un tramo de la carretera de Palacagüina. “Los cubanos llegaron con buen dinero, a la gente les va bien, que es lo que al final importa”, dice el comerciante.
Otro empresario del sector tabaco que pidió no ser identificado para este reporte por temor a que su empresa se vea afectada, reiteró que no le tienen miedo a la competencia sana, pero les preocupa, las ventajas que esta empresas están recibiendo y que puede ir en detrimento de la sobrevivencia de compañías que ya tienen más de 15 años operando en esta zona del país. “Llama la atención que ellos no pertenecen a la Cámara Nicaragüense del Tabaco y menos han solicitado su ingreso, no se les conoce quienes son y no parecen interesados en hacer contacto con las antiguas empresas”, dice.
Triangulan operaciones
Los empresarios creen que estas nuevas empresas llegaron de la mano del régimen como parte de una estrategia para contrarrestar los males de la isla en relación a la producción del rubro tabaco. “Cuba tiene problemas serios para sostener la producción del Puro, por el problema de los apagones, la falta de agua para el riego y el combustible para el transporte”, dice un productor local.
“Como la industria está paralizada, entonces vienen a producir aquí el Puro y después lo llevan a Cuba. Le ponen su marca y los venden en Europa y Asia como si fueran producidos en la isla. Todo el mundo sabe que el mercado ve al Puro cubano por sobre los demás, pero hay un engaño y no queda claro lo que gana el país con todo eso”, reclama el tabacalero esteliano.
Otro productor recordó que las industria cubana no tendrían problemas si lograran abrirse al mercado, respetando los derechos humanos de sus ciudadanos y permitiendo la democracia. “¿Qué pasa? Que deben andar buscando subterfugios para sobrevivir por no hacer las cosas bien y por ahí andaría el país si los gobernantes (Ortega y Murillo) no cambian”, asegura el empresario.
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Denunciaron que las nuevas empresas han resuelto el problema de la mano de obra con ayuda gubernamental. “Gente del partido (del régimen) me dijo que podrían ayudarme a venir aquí a (Estelí) a trabajar, habemos muchos ya ganándonos la vida en las pureras”, confió un jornalero de la Costa Caribe del país. Y es que desde la llegada de estas empresas, unos 5 mil costeños han llegado para satisfacer la demanda de trabajadores.
“Vine aquí a trabajar en una fábrica de puros, de 7:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, de lunes a sábado al mediodía. Ganó 2 mil 500 córdobas a la semana. Es bueno porque en mi comunidad no hay empleos”, comentó por su lado, Joshuart Andrews Green Wilson, de 24 años, quien añadió que renta casa junto a otros 14 jóvenes que llegaron de la Laguna de Dakura, de donde son originarios. “Yo todavía estoy aprendiendo a hacer puros, porque vine hace un mes a Estelí, voy bien” dijo Green Wilson.