Ciudadanos de Rivas se quejan de que autoridades policiales de tránsito se dedican solo a cerrar vías y regular tráficos en lugares donde la alcaldía o el gobierno central realiza actividades, las que perciben más partidarias que de gestión local.
Critican la ausencia de retenes, de control vehicular y seguimiento a conductores irresponsables que causan tragedias donde hasta ellos mismo suelen ser las víctimas, como es el caso de motociclistas que circulan a excesos de velocidad, sin casco de seguridad y bajo los efectos del alcohol.
Rivas se ha caracterizado por ser un departamento donde se le saca provecho al turismo, por las diversas playas y ríos que tiene, pero también es mencionado en el país, por ser uno de los municipios con mayor accidentalidad y muertes en las carreteras. El año pasado, los accidentes de tránsito dejaron luto y dolor a 37 familias rivenses. Algunas familias del departamento, han bautizado como “zonas calientes”, los lugares donde en reiteradas ocasiones han ocurrido accidentes de tránsito con saldos mortales.
Una “zona roja”
El Trapiche Méndez en Rivas, está ubicado en el kilómetro 108.7, sobre la Carretera Panamericana. Es uno de los sitios que ha cobrado la vida de varios motociclistas quienes en su mayoría, viajaban a exceso de velocidad.
“Es una zona peligrosa. Los accidentes de tránsito ocurren en la intersección de El Trapiche Méndez, este sitio es muy transitado. Aquí cerca, no contamos con luminarias y es lamentable ver como jóvenes mueren cada día, en muchos casos ni siquiera es imprudencia del motociclista, sino que de los demás conductores que no guardan distancia”, dijo un poblador del barrio Popoyuapa.
La intersección de El Trapiche Méndez, conecta dos barrios de la ciudad de Rivas como el barrio La Conchagua y el barrio Popoyuapa, además, este tramo de la Carretera Panamericana es utilizada a diario por trabajadores de la Zona Franca, Gildan-Rivas, la cual se ubica a tan solo escasos metros del lugar.
“Aquí (cerca de El trapiche Méndez), falleció hace dos meses y medio un joven de 29 años que fue atropellado por un bus que no guardó su distancia. Después del accidente, a los días, el muchacho falleció, aquí necesitamos menos multas y más educación vial, la Policía solo se encarga de recaudar, no vemos ningún trabajo preventivo”, comentó un conductor que pidió solo ser identificado como Solís.
Vida oscura tras terrible accidente
El ebanista rivense Gilberto Antonio López de 53 años de edad, recuerda que en el año 2020, sufrió un fatídico accidente que marcó su vida para siempre. “Regresaba de trabajar y venía en mi motocicleta, pero un hombre en completo estado de ebriedad me invadió carril y me impactó de forma violenta, cuando salí del coma fui poco a poco recuperando mi memoria”, contó.
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El accidente lo mantuvo atado a una silla de ruedas por varios meses, pero poco a poco ha logrado caminar de nuevo. Lo que no ha sido posible fue recuperar la vista, la que perdió también el día del choque. Le dijeron que sería temporal o que alguna cirugía le devolvería la facultad, pero no ha sido posible. “Es una secuela horrible”, se queja.
“Estoy agradecido con Dios sí, porque las probabilidades que le daban a mi familia de que sobreviviera eran casi nulas y aquí estamos gracias a Dios. Sobre la vista, no pierdo las esperanzas de que con la ayuda de Dios pueda recuperarla. Estamos buscando otra operación”, afirma.
El ebanista contó que era dueño de un taller cuyas máquinas y herramientas valoró en cinco mil dólares. Para reunir el dinero de los gastos hospitalarios y salvar su vida, lo vendió todo. El hombre hoy se lamenta, porque pese a que casi quedó en la calle, se la hecho imposible una recuperación total. “El problema que más nos angustia es la vista, no puedo trabajar, estoy arruinado”, se queja.
Cuando se pierde la vida
“Es duro perder a un familiar en un accidente. Uno no está preparado, todo es tan repentino”, cuenta para este reporte Martha, quien perdió a su hermano el año pasado en un accidente vial.
“Para mí fue una noticia impactante”, dice la mujer que debido a la represión gubernamental dejó su natal Rivas para ponerse a resguardo. “A mi hermano lo perdí estando fuera del país, ni siquiera pude despedirme de él”, se lamenta.
En este departamento hay otras zonas que son catalogadas como peligrosas por el alto número de accidentes. Un ejemplo del lugar, es el kilómetro 106.5 de la Carretera Panamericana. Este sector es conocido porque a orillas de la carretera se encuentran comerciantes con sus puestos de frutas, quienes confirman que en la zona han visto varias tragedia viales. “El problema es que solo hay vigilancia por estos días de vacaciones de verano y accidentes hay siempre”, dice una lugareña.
“Hace algunos días ocurrió un accidente en la entrada a San Pablo. Lo que pasó es que iba circulando un carretón sobre su vía y una camioneta que viajaba en el mismo carril se pasó llevando a los dos ocupantes del carretón. Ellos eran comerciantes, el accidente ocurrió en horas del día. Dicen que fue porque el conductor de la camioneta no guardó distancia y los catapultó”, contó otra vendedora del lugar.
Peligro por la noche
En Rivas a tan solo inicios del mes de enero, fallecieron dos ocupantes de un carretón jalado por un caballo. Las víctimas circulaban en horas de la noche sobre la Carretera Panamericana y en completo estado de ebriedad. El lugar donde se registró la tragedia es una zona llamada Santa Martha.
“Es peligroso circular por la noche en estas calles”, dice un habitante de Santa Martha. Otro fatídico accidente que cobró la vida de tres ocupantes que iban en motocicleta ocurrió en el kilómetro 108.7 de la misma carretera. “Es gente que maneja de forma temeraria y por la noche”, añade el lugareño.
“Lo que necesitamos es mayor presión de parte de la Policía de Rivas. No hay leyes que respeten los jóvenes, viajan a exceso de velocidad, sin casco y en completo estado de ebriedad. En esta zona han fallecido motorizados que transitan en las madrugadas, chocan entre sí o se les cruza por el camino un semoviente. Han ocurrido tragedias en la entrada de Belén y San Pablo, del municipio de Potosí también”, confirma Pedro Saballos, un comunitario de la zona.
Larga lista de fallecidos
En tan solo mes y medio de haber iniciado el año 2024, en Nicaragua, ya se reportaban más de un centenar de personas fallecidas, según datos de la Policía del régimen. La mayoría de las víctimas mortales continúan siendo los conductores de motocicletas.
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Según las autoridades, las causas continúan siendo el aventajar de forma irresponsable, conducir bajo los efectos del alcohol y a exceso de velocidad. Según la institución, se han ocupado diez mil vehículos, cuyos conductores viajaban en estado de ebriedad y en el caso de las motocicletas, por viajar sin casco de seguridad.
En la semana del 12 de febrero al 16, siete conductores de motocicletas perdieron la vida, cuatro pasajeros de motos fallecieron en la semana del 5 al 11 de febrero y dos peatones más se sumaron a la lista mortal de víctimas por accidentes de tránsito al igual que el conductor de un vehículo, contabilizando así 14 personas en total fallecidas en los últimos días en el país.
En el caso de Rivas, en lo que va del año año, 11 personas han perdido la vida en sus vías. “Creo que la presencia de la policía en las afueras de ciertas discotecas disminuirá estas tragedias. Gracias al llamado que realiza la gente, hay presión para reducir este mal”, señala una ciudadana rivense.
“Hay un plan en marcha, se le pone atención al tema, pero la gente no hace caso. Durante las últimas semanas, se realizan retenes policiales temporales en horas de la noche en las afueras de una las discotecas más visitadas en Rivas, se busca frenar las muertes”, dice un oficial que pide no ser identificado por no contar con autorización para abordar el tema. “Pero estamos trabajando eso sí”, dijo.
