La noche del domingo, la sancionada Policía de Daniel Ortega detuvo en Managua al padre Fernando Zamora Silva, canciller de la Diócesis de Siuna, después que saliera de una misa de toma de posesión sacerdotal en la parroquia San Luis, en Managua.
De acuerdo con testigos, el sacerdote fue detenido cuando su vehículo se detuvo en los semáforos del sector de La Robelo, en carretera Norte, en Managua, ubicados a pocos metros del templo.
Agentes policiales detuvieron con lujo de violencia al sacerdote, a quien se llevaron con todo y vehículo con “rumbo desconocido”, denunciaron testigos, quienes confirmaron que, al momento de la misa, que fue celebrada por el Cardenal Leopoldo Brenes, habían policías asediando la Iglesia San Luis, ubicada en el barrio del mismo nombre.
Por su parte, la abogada Martha Patricia Molina, quien ha documentado más de 529 ataques en contra de la Iglesia Católica en Nicaragua, preguntó en sus redes: “¿Dónde está el padre Fernando Zamora? La Policía lo secuestró”, denunció.
Con la detención del Padre Fernando Zamora, quien además es juez del Tribunal Eclesiástico de Nicaragua, suman siete curas detenidos, entre ellos Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien fue condenado a 26 años de cárcel.
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Prohíben entrada a otro cura
Este fin de semana, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murilo, también negaron la entrada a Nicaragua al sacerdote Juan Carlos Sánchez, Vicario de la parroquia San Francisco de Asís, en Bolonia, después que regresaba procedente de Estados Unidos, adonde había viajado para visitar a familiares.
El padre Juan Carlos Sánchez salió de Nicaragua a una ordenación sacerdotal a Bolivia y de ahí, viajó a Estados Unidos, para reunirse con familiares, relataron feligreses de la parroquia.
De acuerdo con un reciente informe de la abogada Molina, desde el año 2018, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, han desterrado a más de 80 religiosos, entre obispos, sacerdotes y monjas.