“Como una manipulación de la fe”, así califica un catedrático y teólogo de Masaya el acercamiento del régimen sandinista con las iglesias evangélicas al permitir campañas y otras actividades religiosas en ocasión a las celebraciones del 454 aniversario de la traducción de la Biblia, mientras que San Jerónimo, patrono de esta ciudad, permanece bajo el régimen de “iglesia por cárcel”, tras prohibirle salir a las calles a festejar junto a sus devotos, por segundo año consecutivo.
Escucha”Cápsula – Gloria Chamorro y sus luchas sociales por Nicaragua” en Spreaker.El reciente sábado 23 de septiembre, la alcaldía sandinista consintió a las iglesias evangélicas de Masaya con una noche de “adoración y alabanza” junto al cantante dominicano de música cristiana, el salmista Giovanni Ríos, en un contexto de abusos a la iglesia Católica que resiste la represión de la dictadura. El evento público se realizó en el heroico barrio de Monimbó, conocido por su resistencia durante las protestas antigubernamentales desde 2018.
Para el teólogo, quien prefirió el anonimato, en Nicaragua existe un “abuso a la libertad religiosa” desde que la dictadura sandinista arremetió en contra de la iglesia Católica y sus autoridades al prohíbir las procesiones alegando que se trata de “seguridad pública”, pese a que la misma Constitución Política, garantiza que “nosotros podemos profesar una fe y eso implica los actos públicos que pueden ser una procesión de devoción tradicional”.
“Cuando el gobierno da a un grupo algo y a otros no, no solo es manipulación, sino que conlleva al maltrato hacia las personas que profesan esa fe o esa devoción. La verdad es que es contradictorio no permitir la salida de San Miguel o San Jerónimo, ni siquiera a la vuelta del templo por una acción de coacción contra la iglesia”, manifiesta.
Hasta gobiernan con pastores
Para el catedrático, también resulta “contradictorio” la complacencia del régimen sandinista con el obispo de la Diócesis de León, monseñor René Sándigo, a quien la dictadura sí le autorizó llevar a cabo el pasado 24 de septiembre el cortejo procesional con la venerada imagen de Nuestra Señora de la Merced, patrona de esta ciudad, en un contexto de asedio a los católicos.
En ese sentido, afirma que en el caso de Masaya, existe una afinidad más cercana entre la dictadura orteguista y las iglesias evangélicas, puesto que la misma comuna cedió un curul dentro de la bancada del FSLN al pastor y político evangélico, Allán Bermúdez, quien ha servido como “puente” para organizar actividades multitudinarias como fue la campaña evangelística promovida por Buenas Nuevas Nicaragua, en julio pasado.
“Aquí hay pastores que hasta son concejales del Frente (FSLN), entonces siendo funcionarios públicos dan su voto al Frente, están con el Frente, como es el caso de Allán Bermúdez de aquí de Masaya y lo ves en los actos porque él es el enlace. Pero en el caso de los sacerdotes no, porque los sacerdotes no pueden adquirir compromisos partidarios, entonces ahí inician las represalias”, reitera.
Las hípicas, una burla para la iglesia católica
Por otro lado, el teólogo criticó a la alcaldía sandinista por la organización del desfile hípico en honor a las fiestas patronales de Masaya que se llevó a cabo el pasado 24 de septiembre, y aseguró que el evento, representó “un verdadero atentado a la seguridad pública”.
Indicó que el desfile hípico fue “una burla” a la iglesia Católica y a las necesidades de la gente al imperar el derroche de las arcas del pueblo y la inseguridad pese a la presencia de agentes de la sancionada Policía, que se niega a permitir procesiones en las calles.
“Era una burla, estos hípicos se han convertido en una especie de clase social sin clase, solo por tener dinero exhiben caballos de 20 mil dólares, 50 mil dólares, ante un pueblo que sufre el hambre, que tiene coaccionada su expresión religiosa, de tal manera que este es un gobierno manipulador y es grave”, asegura.
Pero…día de San Jerónimo ¿Asueto remunerado”?
Otra contradicción. Este 26 de septiembre, la comuna sandinista oficializó que para el próximo sábado 30, se declara “feriado local” en ocasión a la solemnidad de San Jerónimo, el “santo patrono de las y los masayas”, como se lee en una nota publicada en las redes sociales de la alcaldía en la que no mencionan que aunque el santo es honrado, no puede salir en procesión.
“Declárese asueto remunerado, el día sábado 30 de septiembre del año 2023, por ser ese día feriado local en honor a las festividades de San Jerónimo”, oficializa la comuna de acuerdo al artículo 98 del Decreto 52-97 del Reglamento de la Ley de Municipios.