Diversas naciones en todo el mundo se encuentran en estado de alerta previendo ataques terroristas relacionados con el conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
En Francia se ordenó la evacuación de seis aeropuertos en respuesta a amenazas de atentados recibidas a través de correos electrónicos, según informaron las autoridades locales.
Argentina también tuvo que tomar medidas de precaución debido a estas alertas. Amenazas por correo electrónico llevaron a la evacuación de la embajada de Israel y a la revisión de las instalaciones de la sede diplomática de Estados Unidos en Buenos Aires.
España también se encuentra en un estado de alerta, lo que llevó al Ministerio de Interior a convocar una reunión presidida por Fernando Grande-Marlaska para evaluar la amenaza terrorista. Como resultado de esta reunión, se han emitido directrices para implementar una serie de medidas de seguridad adicionales, ya que el país se encuentra en el nivel 4, de un total de 5, en su escala de alerta antiterrorista.
Medidas estratégicas
Estas medidas se llevarán a cabo en áreas estratégicas a lo largo del territorio nacional, así como en lugares en España donde residen o se encuentran intereses israelíes.
Hamás está directamente involucrado en el conflicto con Israel, y en los últimos días, el Líbano ha participado en una serie de intercambios de ataques con las fuerzas israelíes. Debido a esta situación, varios países, incluyendo Estados Unidos, Francia, Australia, Canadá y el Reino Unido, han emitido advertencias a sus ciudadanos, desaconsejando viajar al Líbano.
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Estos países también anunciaron que intensificarán las medidas de seguridad en sus intereses estratégicos, económicos, educativos, culturales y religiosos dentro de sus respectivas fronteras.
La Secretaría de Estado de Seguridad ha instado a las fuerzas de la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza, así como a todos los funcionarios de las fuerzas de policía locales y a los empleados de empresas de seguridad privadas, a mantener una máxima vigilancia para prevenir posibles ataques sorpresivos y de gran envergadura que pudieran desencadenarse.
