El flujo migratorio desde Nicaragua hacia Estados Unidos experimenta un marcado incremento este año, con un total de 48,840 nicaragüenses que han obtenido autorización de viaje bajo el programa “parole humanitario”, según información proporcionada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en su última actualización.
Desde su implementación el 5 de enero, hasta finales de octubre, 43,267 nicaragüenses han llegado y se les ha otorgado la libertad condicional, brindándoles una autorización de residencia por dos años, incluyendo el derecho a trabajar legalmente.
Escucha”Costa Rica lanza estrategia de ciberseguridad” en Spreaker.El programa ha experimentado un aumento considerable en las autorizaciones de viaje con libertad condicional, especialmente entre los meses de septiembre y octubre, superando las expectativas iniciales que situaban las cifras en poco más de 30,000 hasta finales de agosto.
Este fenómeno no solo se limita a Nicaragua, ya que el programa también facilita el viaje y la residencia a ciudadanos de Cuba, Venezuela y Haití.Hasta octubre, un total de 269,744 individuos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela han llegado legalmente y se les ha concedido la libertad condicional
Entre ellos, 57.243 cubanos, 107.697 haitianos, 48.840 nicaragüenses y 77.021 venezolanos han pasado por el proceso de examen y autorización para viajar. Sin embargo, las autoridades subrayan la importancia de utilizar vías legales para migrar y advierten que las deportaciones a sus países de origen o devoluciones a México están en aumento.
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Aquellos que sean devueltos o expulsados no podrán aplicar al programa de libertad condicional humanitaria.El proceso para participar en el programa implica la necesidad de un patrocinador en Estados Unidos, que puede ser un familiar, un no familiar o incluso organizaciones civiles e iglesias. Este patrocinador debe demostrar capacidad financiera mediante el formulario I-134A.
Una vez aprobada la solicitud, el migrante recibe la autorización de viaje, permitiéndole abordar un avión con destino a Estados Unidos, donde, tras ingresar, podrá solicitar un permiso de trabajo para los dos años de admisión.Las autoridades insisten en la importancia de un proceso legal y destacan que el mensaje para quienes consideran entrar ilegalmente a Estados Unidos es claro: evitarlo.
En este contexto, la CBP destaca que las deportaciones y devoluciones están en aumento, subrayando la necesidad de seguir las vías legales establecidas. El llamado final es a la prudencia y responsabilidad en el proceso migratorio.
