Del pago de su treceavo mes del año que terminó, Salomón pudo ajustar para costear la instalación de un tanque y una bomba para tener disponible agua en su casa. El trabajo le costó más de 5 mil córdobas, y su inversión es para muchos una ironía porque vive en Ticuantepe, el municipio asentado sobre uno de los mantos acuíferos más grandes del país.
Salomón y las familias que viven en su barrio, sufren de racionamiento de agua potable de hasta de 12 horas, lo que no debería ocurrir si el manto acuífero de su territorio es tan grande, que hasta abastece localidades vecinas como Managua y Masaya.
Una vecina de Salomón contó para este reporte que el inicio de cada verano es “una pesadilla” para las familias de este municipio, el cual es también reconocido por tener el manto acuífero más grande de Centroamérica. “Vivimos sobre una especie de mina de agua y aquí padecemos sed, ¿Es raro no? Esto no debería ocurrir, al menos no en este municipio”, se queja la mujer.
“Compré el tanque por necesidad”, explica por su lado Salomón. “Pero la verdad, es que no hay dinero, desajusté en otros gastos que iba a ser porque la necesidad se impone. Mi familia es numerosa y el año pasado, recurrimos a otros parientes y amigos que tenemos en comunidades cercanas para ir a bañarnos, lavar ropa, e incluso; acarrear agua para tomar porque no había”, afirma el ciudadano. “Esto ya no se aguanta”, reclama.
Gran abastecedor pero….
Ticuantepe es un municipio que se ubica a 18 kilómetros de la ciudad de Managua con una población desde el 2020 de 41.630 habitantes. El municipio es uno de los principales abastecedores de agua de la capital. Estudios geológicos de esta localidad, han determinado que en él, se sitúa el manto acuífero más grande de Centroamérica a una distancia de 720 metros sobre el nivel del mar.
Ticuantepe es dueño de una enorme riqueza hídrica en la que se encuentra una “laguna subterránea” con una extensión aproximada de 20 kilómetros cuadrados y que cubre gran parte del territorio municipal. Además, Ticuantepe es dueño de la reserva “El Chocoyero-El Brujo”, un lugar turístico que administra el Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur, y el gobierno municipal y que garantiza 15 mil litros de agua por día apta para el consumo humano.
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La reserva asegura el abastecimiento de agua a más de 30 mil habitantes de este municipio y zonas aledañas, sin embargo, los pobladores no pueden entender porque el suministro de agua ha entrado en una crisis que se ha agudizado con el pasar del tiempo hasta llegar al racionamiento.
Según Salomón y sus vecinos, el desabastecimiento de agua durante el verano que inicia a mediados de diciembre y termina a finales de junio, es en los últimos años un problema que ha escalado seriamente. “En barrios como el Manuel Landes, Reparto Juan Ramón Padilla, San Pedro, Dírita, Cebadilla, Denis Larios por citar algunos, el agua llega en raciones por tiempo limitado. Hay lugares donde no hay agua durante 12 horas, ¿A dónde se llevan el agua?”, se pregunta una madre de familia afectada.
Managua sin agua también
Pero Ticuantepe no es el único municipio con este problema. En Tipitapa también se quejan por la falta de agua potable. Doña Alba, por ejemplo, dice que ella no tiene capacidad económica para invertir en un tanque de almacenamiento, ni bomba para que en su casa no falte agua.
“Cuando hay agua yo recurro a una pila y un barril que posee desde hace varios años”, cuenta doña Alba. Dice que cada madrugada se levanta con la esperanza de llenar más recipientes de agua, lo cual resulta “desgastante” para quienes deben salir a trabajar todos los días. “Aquí el servicio de agua es un problema”, se queja.
Doña Alba también señala que en verano, el abastecimiento de agua en su barrio es un problema. “Es un dolor de cabeza. No existe un verano en que el servicio no sea racionado”, critica. El municipio donde vive doña Alba, cuenta con una población de 35.629 habitantes, según datos estatales. “Este problema es en todo el municipio, no hay barrio donde el servicio esté siempre, no hay”, aseguró.
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“A veces llenamos en la madrugada, eso si nos ponemos las pilas (nos apuramos) porque aquí hay casas donde ponen bomba y por eso alcanzamos a llenar como mucho un barril (…) por eso te digo; que nos tiramos hasta cuatro meses con nada de agua y tenemos que andar pidiendo agua en otros lados”, lamentó otra vecina de doña Alba.
En la capital, Managua, donde viven más de un millón 400 mil habitantes, el desabastecimiento de agua es uno de los mayores problemas también. Una treintena de barrios sufren racionamiento desde hace más de 10 años. Incluso a los barrios sin agua que ya existían, se suman las nuevas urbanizaciones de asistencial social que promueve el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Excesiva demanda y mala administración
Según una experta en temas ambientales, quien pidió hablar para este reporte sin que se revele su identidad por temor a la represión que vive el país, el desabastecimiento de agua en estas zonas se debe en gran medida a “la elevada demanda del agua mientras la oferta no está recibiendo estímulos, porque los pozos están produciendo menos cantidades” del líquido vital.
Esto ocurre – a su criterio- por el crecimiento poblacional, las variaciones del clima y a las nuevas edificaciones, sobre todo urbanizadoras que se construyen en el sector de Sabana Grande, Veracruz y en el mismo Ticuantepe. “Hay una mala administración de las fuentes que favorecen la producción natural de agua en el país”, advierte la experta.
Explica que la situación, es aún más aguda en verano en aquellas localidades donde “hay insuficiente cantidad de pozos o insuficiente abastecimiento en el invierno”, sobre todo en el pacífico, donde el “crecimiento de la población urbana es más alto que el ritmo que llevan las inversiones que se realizan en aguas y saneamiento”.
Cabe señalar que en 2021, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), aprobó un préstamo a Nicaragua por un monto de 151.4 millones de dólares para el “Programa de Saneamiento del Lago de Managua en la Ribera Sur”, el cual presentaría una mejora en el acceso de agua potable y manejo adecuado de aguas residuales para beneficio de un total de 430,396 habitantes de los municipios de Managua, Tipitapa y Ciudad Sandino. Hasta ahora, del proyecto poco se sabe y no se ven sus resultados.
Masaya reporta fallas: tampoco hay agua
Al igual que Managua, en Masaya también se reportan fallas en el suministro de agua potable. Barrios del municipio de Nindirí como “El Raizon”, “La Menuda”, “San Francisco”, “El Portillo”, “Cofradía”, entre otros, carecen del servicio de agua ante la falta de planes de emergencia, reservorios de agua, recargas al acuífero, manantial y pozos, para abastecer a estas comunidades durante temporadas de sequía.
A pesar que Masaya es el departamento más pequeño del país, también es el más poblado al contar con más 364,168 habitantes desde el 2015 entre sus 9 municipios: Tisma, Nindirí, Masaya, Catarina, San Juan de Oriente, Niquinohomo, Nandasmo, Masatepe y La Concepción.
María, quien habita en “La Menuda”, una comarca que limita con Veracruz, cuenta lo difícil que es para su numerosa familia el desabastecimiento de agua. “Aquí no existen alternativas de parte de las autoridades municipales para solucionar el problema de la falta de suministro de agua potable, sobre todo durante emergencias como fue la pandemia del Covid-19 en 2020 y 2021”, criticó.
La familia de María, recurre al almacenamiento de agua en barriles, tanques y pilas con el fin de no carecer del vital líquido sobre todo durante los meses que se interrumpe el servicio en la zona. La alcaldía, asegura, les envía cisternas de agua que son insuficientes para solucionar el problema.
“Aquí ya estamos acostumbrados al polvo”, se lamenta. “Cada año el agua no nos llega, incluso en invierno nos viene solo por las noches. Las tuberías dejan de funcionar en los meses más críticos por las temperaturas altas de calor, y la alcaldía solo sabe mandar pipas de agua, pero aquí ni alcanzamos a agarrar un barril porque somos muchos”, relata en tono molesto.
“En esas zonas faltan reservorios”, añade por su lado la experta. “Faltan recargas de pozos también, esos son factores en el desabastecimiento de agua en estas zonas. Pero hay también, un notable desinterés de las autoridades locales y de la empresa estatal del agua (Enacal) por solucionar problemas simples como los daños de bombas en pozos”, asegura.
Señala como ejemplo, el pozo de Enacal que se ubica en el kilómetro 18 de la carretera Masaya–Managua, el que se encuentra en abandono. “No se entiende esto; mientras eso pasa, entre el kilómetro 15 y 20 de la carretera a Masaya (la población) tiene años de estar enfrentando el desabastecimiento. Allí se necesita hacer más inversiones y pozos porque en esa zona, no hay fuentes superficiales de agua, pero también se necesita que haya más educación ambiental porque es una zona despalada”, denunció.