La excarcelación de los 19 religiosos continuó generando reacciones a nivel nacional e internacional, incluyendo de la Iglesia Católica de Nicaragua.
La dictadura sandinista expulsó de Nicaragua a dos obispos, 15 sacerdotes y dos seminaristas que permanecían secuestrados por el régimen en el país centroamericano, según confirmaron fuentes extraoficiales, diplomáticas y eclesiásticas a Primer Orden.
Entre los religiosos expulsados se encuentra el Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez; y el Obispo de la Diócesis de Siuna, Monseñor Isidoro Mora, este último secuestrado en el marco de un recrudecimiento de la persecución contra la Iglesia Católica.
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El Cardenal Leopoldo Brenes, a través de un comunicado, confirmó la información asegurando que la expulsión y excarcelación fue posible a través de un diálogo entre la dictadura y la Santa Sede.
“Los caminos del Señor son tan distintos a los nuestros y en determinadas situaciones nos pide una respuesta: “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”, dice parte del comunicado.