Nadie puede negar que el pago del treceavo mes o aguinaldo “refresca” la economía de las familias nicaragüenses, como tampoco nadie puede negar que el alivio es efímero. Un economista que aún reside en el país, asegura que el problema, es que la carestía de la vida se ha encargado de “hacerlo pedazos”.
“Hemos llegado al extremo de que lo que uno gana de más, ya lo debe”…