Saben que arriesgan sus vidas, pero tienen una coartada difícil de rebatir: “tienen hambre”. Transportistas que viajan de la Isla de Ometepe a San Jorge, en Rivas y pescadores de la zona, desobedecen las órdenes oficiales de no zarpar por mal tiempo porque aseguran, la necesidad es mayor.
Por estos días de finales de enero y mediados de febrero, los vientos son un peligro para navegar.